...pastosa pero fluyente sensación.
Aliento abrumador, taciturno,
que recorre levemente cada recoveco a su paso;
camino estelar que avanza sobre la atmósfera ardiente
y apocalíptica,
Ya va siendo hora de darle forma a la Nueva Vida...
He aquí mi pelo enraizado en el tiempo, como si por los árboles corriesen de nuevo. Los monstruos se desvanecieron al nuevo Amanecer, y el Ocaso no será más que el último rayo de luz, que fugazmente creará mil sonrisas adormecidas.
Acerquémonos al estanque de cristal: -¿Qué ves...?- Me pregunta el reflejo. -Un lobo. Fenris... Recuerdo el nombre que una vez tuve...