... Y contemplo tu mirada perdida bajo el mar de las lunas,
estremeciéndose al aullar de los sedientos lobos...
Un alarido de deseo rasga el cielo de cinc,
y ahoga mi eterna sed,
esperando al tiempo el apaciguar
de tu hermosa presencia
y el alba de tu ser...
miércoles, 7 de octubre de 2009
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